Esta raza cuyo nombre original era thai bobtail, tiene su origen en Tailandia, de donde también proceden los siameses, sus progenitores. Reconocidos y admirados en el país asiático desde hace siglos, su punto de inflexión llegó a finales del siglo XIX, cuando el entonces rey de Siam entregó gatos con el característico patrón del siamés, colourpoint, pero colas truncadas o cortas, al zar ruso Nicolás II.
Las cortes asiáticas usaban habitualmente a sus exóticos gatos, desconocidos fuera de sus fronteras, como obsequios y gestos de cortesía en los encuentros diplomáticos. En esta ocasión, hablamos de la friolera de 200 thai bobtail que fueron llevados a la propiedad de los zares.
Sin conocer los detalles intermedios, criadores rusos de gatos iniciaron un programa experimental de cría con estos ejemplares y otros posteriormente importados, por lo que, a todos los efectos, y pese a su indiscutible origen asiático, la raza que hoy nos ocupa tiene como país desarrollador a Rusia.
La mutación que les provoca la cola truncada, cuyo estándar recoge que no puede superar las tres vértebras, es natural e implica a los mismos genes que al bobtail japonés, lo que se traduce en que no están asociados trastornos secundarios que les provoquen malformaciones dolorosas o reduzca su esperanza de vida.
El primer estándar por escrito llegaría en 1994, creado por un criador y felinólogo ruso, y su reconocimiento como raza y rebautización llegaron en 2004, donde dejaron de ser conocidos como thai bobtail para obtener el nombre definitivo de mekong bobtail. Su aspecto general es el de los siameses tradicionales, actualmente llamados thais, y solo se admite el reconocible patrón de puntas de colores en las extremidades, incluida la cola corta, los ojos azules y el cuerpo de suave color blanquecino.
Familiares, sociables y muy activos
Los mekong bobtail siguen siendo razonablemente desconocidos fuera de Tailandia y de Rusia, por lo que no han sufrido una demanda abusiva y las líneas mantienen muchas de las características que les representaban en sus inicios.
Al proceder directamente de los siameses, son gatos muy vocales, que hacen buen uso de los maullidos para comunicarse. Son gatos alegres, aptos para la convivencia con niños y otros animales, y necesitan una actividad y una estimulación ambiental de media a alta. Criadores y convivientes con mekong bobtail destacan su forma de jugar, brusca y atlética, por lo que es necesario proporcionarles árboles rascadores y la oportunidad de que puedan saltar, escalar y correr para liberar su energía.
En sus momentos de calma, sin embargo, se describe como una raza felina mimosa y cariñosa, feliz de poder dormitar sobre nuestro regazo.
Para ampliar información y localizar criadores oficiales de mekong bobtail, recomendamos contactar con la Federación Mundial de Gatos (WCF), hasta la fecha la única asociación felina que reconoce esta peculiar raza. Sugerimos que se valore la adopción responsable y se acuda a algunos de los centros de recogida de animales para que nos ayuden a escoger un gato en busca de hogar que sea compatible con nuestros hábitos y estilo de vida.
#Blue sigue en su habitación esperando #Familia. Es un redpoint con increíbles y enormes ojos azules, que te deja sin palabras. Solo 2 años, apto con perros, como #Gato único. #Valencia con @ElSindigato2021
— 🐱🐕 (@Solopar53137293) May 16, 2023
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